sábado, 19 de noviembre de 2016

                          UNA SONATA…. PARA  DOS  FELISBERTOS..

El 23 de febrero de 1920, se fundó en el pueblo de Vergara (Departamento de Treinta y Tres), el Club “Centro Uruguay”.-
Desde su inicio, quienes pensaron, elaboraron y ejecutaron sus estatutos lo hicieron con el fin de integrar sus visiones futuristas, tomar parte activa en la misma e insertarse para siempre, en una comunidad primigenia, que mucho necesitaba de la infraestructura socio-cultural.-
Que no se refería únicamente al pueblo en sí. Si no que también latía y convivía con otras poblaciones aledañas.-
Con ese pensamiento en común, la primera Comisión del Club “Centro Uruguay”, estuvo conformada por los siguientes vecinos: Presidente: José Pedro Zuluaga; Vice-Presidente: Alcides Machado; Secretario: Rogelio Britos; Tesorero: Arturo Lecuna y Pro-Tesorero: Domingo Rial Guerra.-
No tenían un edificio propio, donde discutir y atender los fines primordiales. Sin embargo, llegaron a un acuerdo con Luis Lineras y le alquilaron una casa de su propiedad en la suma de 25 pesos mensuales.-
La misma, estaba ubicada sobre la calle Jacinto Ruiz, entre Marcelo Barreto y Joaquín Suárez. A media cuadra de la Plaza “Confraternidad”….
Ésa casona de grandes puertas y ventanas, paredes de ladrillos sin revocar, pisos de madera y techo de zinc, construida por las manos del propio Lineras, fue la primera sede que tuvo la institución.-
Veamos, una de las primeras inquietudes de esos pioneros de la localidad….
 El día 20 de julio de 1920, la Comisión del Club “Centro Uruguay” de Vergara, reunidos en asamblea ordinaria, trataron los siguientes puntos:
1)      Sucursal para el Banco de la República Oriental del Uruguay.-
2)      Correo de Vergara a Charqueada.-
3)      Servicio médico para los pobres.-
4)      Movimiento Pro-Ferrocarril Treinta y Tres- Río Branco.-
5)      Instalación de la Corriente Eléctrica y de Teléfonos, para uso público.-
6)      Plaza de Deportes.-
7)      Escuela Industrial.-
8)      Sala de Auxilios.-
a)      Camino de Vergara a paraje “Costas de Ayala” (estancia del Dr. Joaquín Villegas Suárez)- Tercera Sección del Departamento de Treinta y Tres.-
Con ese atisbo propio y singular de una sociedad que buscaba expandirse en todas sus formas, comenzaba un nuevo tiempo para Vergara….
Ese mismo tiempo que quizás alguna vez soñó, el brasileño José Fernández Vergara….”Seu Juca” para una generación venida desde más allá del horizonte….
Que lo diseñó de la nada, el Agrimensor Manuel Coronel Muniz. Que lo efectivizó en documentos, el Escribano Lucas Urrutia Elorriaga. Que fue crisol de identidades, de razas y de destinos, con sus primeros pobladores y sus casitas blancas, casi besando la margen derecha del arroyo Parao. Y que gracias a un proyecto creado e impugnado por el Dr. Doroteo Navarrete, un 10 de marzo de 1903, el Ejecutivo Nacional, lo declaró “Pueblo”……
Aun vivía, “Juca Vergara".-
Quien a pesar de estar pobre, enfermo y nonagenario, debe haber imaginado para sus adentros que el día que la muerte viniera a buscarlo, se iría conforme consigo mismo, feliz y con una sonrisa amplia, entre sus labios macilentos….
Había cumplido su más caro anhelo. Y el día 13 junio de 1906, cuando cerró sus ojos para siempre en un rancho común, con paredes de ladrillo, techo de paja y piso de tierra de “cupí”, allá en las postrimerías del Barrio “La Cuchilla”, fue lógico inferir que su conciencia y su corazón, se encontraban en paz.-
A dos cuadras escasas del rancho que compartía con Paula López e hijos, estaba el cementerio del pueblo. Hasta allí fue trasladado a pulso y seguido por un humilde cortejo de dolientes, que transitaban a pie. Ni una lápida, ni una cruz, esperaban para recibir el cuerpo frágil y enjuto del anciano. Solo esperó, una fosa común cavada en el suelo, por vecinos comedidos.-
Nunca más, se encontraron sus huesos.-
Porque la tierra, los incorporó a su vientre legendario, oscuro y natural. Es muy posible que alguna vez retornaron al espacio para ser raíz, para ser savia, para ser un árbol autóctono, donde los pájaros pudieran posar y bendecir la libertad, con la algazara matinal de sus gargantas llenas de música.-
Por las dudas y si no alcanzara con todo esto, el día 11 de noviembre de 1906, también cerraba sus ojos al mundo en Canguçu (R.G.S.- Brasil) Graciana Gomes (la verdadera esposa de “Yuca”) tan vieja, tan olvidada y tan pobre, como él. Fue sepultada en un nicho prestado del panteón de la familia Caldeira.-
Pero la vida continuaba. Y el pueblo, seguía forjando su porvenir entre la fragua milenaria de los tiempos y los yunques cantores del progreso….

                                    VERGARA,  A PARTIR DEL AÑO 1906…

Para encausar este texto que evocando diferentes períodos, pretende unir una fortuita coincidencia de un nombre y un apellido, nada mejor que ingresar al atrio histórico, que desde el año 1906, marcó pautas, costumbres y rutas para la llamativa comunidad vergarense…
Es así que el día 11 de agosto de ese año, la Junta Económica Administrativa de Treinta y Tres, decidió que Vergara, tenía que tener sus propias autoridades que velaran por el orden y por el desarrollo de sus gentes. Con tal motivo, se conformó el Concejo Auxiliar Municipal de la localidad.-
Lo constituyeron con vecinos de la zona, cuyo Presidente fue el Sr. Braulio Silvera y sus colaboradores inmediatos, los Sres. Edelmiro Silvera, Rudecindo Pereira, José Lucas, Luis Lineras, Irineo Aguilera y Juan Cándido.-
Objetivo primordial: ordenar el desarrollo urbano y suburbano de la región aludida, conjuntamente con las zonas aledañas.-
Para ello el radio de acción tutelaba Vergara y sus proximidades, además de la Tercera Sección Rural de Treinta y Tres (Paraje “Rincón de Ramírez”).-
La oficina de este Concejo Auxiliar tenía además un fin recaudador. Cobraba multas por incumplimientos a los reglamentos municipales y patentes de rodados a carros y carruajes tirados por caballos y a carretas tiradas por bueyes. Otorgaba permisos para carreras de caballos, cobraba impuesto por rifas y peajes en el “Paso Real del Parao” (servicio de bote, a cargo de Juan Rojas – pero con Juan Claussen como concesionario) y en el “Paso de Píriz” (donde había servicio de balsa y de bote, a cargo de Juan Pires).-
Para ese año, Vergara, contaba con varias casas de comercio establecidas, oficinas de Correos y de Telégrafo, hornos de ladrillos y de carbón, talleres de hojalatería, de carpintería, de herrería, de sastrería, de platería y de fotografías y retratos a lápiz, a carbón o al óleo.-
Tenía además, hoteles (donde se destacaba el “Fraternidad” del alemán Juan Claussen), carnicerías, panaderías, barberías, una botica, canchas de pelota de mano, una cancha de carreras de caballos, dos aguateros con caballos flacos y barriles panzones, por los menos seis albañiles y /o constructores, imprenta, tipografía y un órgano de prensa “La Voz de Vergara”, que se editaba cada 15 días.-
Aun no había Médico radicado en el pago y las enfermedades que surgían eran combatidas por “Médicos Itinerantes” (que llegaban ante requerimiento de las autoridades del Pueblo), por el boticario establecido o simplemente, por viejas o viejos curanderos, que trataban de demostrar su eficiencia, aprendida de antiguos legados guaraníes.-
La Comisaría Segunda Sección Departamental, al mando del Comisario José Germán Muiño, estaba establecida, donde hoy se encuentra la actual Seccional Novena del Departamento y la Sede del Juzgado de Paz, se encontraba emplazada en el paraje “Los Ceibos”, donde Miguel Rocha, su titular, que era estanciero en el paraje, contaba con la asistencia de dos Tenientes Alcaldes, afectados a sus respectivos distritos.-
Existían dos Escuelas Públicas. La Nro. 17 (que era solo para niñas) y la Nro. 13 (que estaba destinada para los varones). Aunque llamativamente en esa época, también existía una Escuela Privada, denominada “Varela” que era regenteada por el Maestro y Periodista Juan Paseyro y Monegal.-
Las calles eran de tierra, llenas de barro, de polvaredas, de huellas y de pozos. Pero tenían sus nombres de pila, desde el año 1891.-
Llegaban y salían las diligencias, con sus caballos estrelleros y sus mayorales nerviosos y gritones.-
Ellos fueron: Alejandrino Guevara; Serapio Téliz; Patricio Pereira; Francisco Sosa (quien falleció en el año 1905), Rufino Olivera; Juan Lagreca y Alfredo Alvarez.-
Arribaban desde puntos lejanos las pesadas carretas con sus bueyes pachorrientos y sus buches repletos de mercaderías. Venían bajo la responsabilidad de carreros barbudos, con sus matungos abúlicos, sus silbidos tristes y su prosa menguada…
Ahí andaban: Eustaquio Navarro; Alejandro Pedroso; Santana Bargas; Eufemio Juárez; Anarolino Piñeiro; Eustaquio y Carmelo Barboza; los hermanos Fasciolo; Bernabel Ferreira Soares “El Portugués” ; Juan Lemos;  Ángel Custodio Techera; Rosa Olmos; Adramantino Cuello (mi abuelo materno); Asunción Sequeira Dávila, Damasio Martínez  y Juan Díaz (el abuelo de Dionisio- el héroe del “Arroyo del Oro”).-
Pasaban o llegaban troperos de otros pagos.  “Quijotes de los caminos”, con sus semblanzas andariegas, sus dagas con “sangradores”, sus espuelas cantoras y los ojos entrecerrados de tanto descubrir horizontes…
Desde 1905, ya se realizaban ferias ganaderas en la zona bajo el martillo del rematador Ramón Britos y al amparo de una Comisión, cuyo Presidente era Floro Alves Pereira
En ese mismo año se había inaugurado la capilla, donde hoy está construido el edificio de la Iglesia del Santísimo Sacramento. A pesar de que no había sacerdote radicado en el Pueblo, el Cura Abdón Corcín, se ocupaba de los oficios religiosos, visitando mes a mes a todos los feligreses del radio urbano y suburbano de la región, donde daba misas, casaba, confirmaba, bautizaba y concedía extremaunciones, si el caso así lo requería…
A su vez, el Concejo Auxiliar, disponía y efectuaba su contralor sobre el cementerio ubicado donde hoy está la Plazoleta del barrio “La Cuchilla”. Pero también era actualidad, que los hermanos: José, Fermín y Bautista Hontou, poseían un lote de manzanas en la zona de “El Charco” (lugar anegadizo), donde desde 1897, también permitían que se efectuaran enterramientos.-
O sea que funcionaba como un "cementerio privado".-
El 23 de marzo de 1907, el Concejo Auxiliar, inició una investigación al respecto.-
Poco después, amparándose en que dicho cementerio estaba en el radio urbano de Vergara y que ya contaban con un cementerio público, mandó clausurar definitivamente el de los Hontou.-
El 1ero de agosto de 1908, con la concreción del llamado “Mausoleo de Alves”, obra de arte funerario realizada en Carrara (Italia), traída en barco hasta el Puerto de Montevideo, desde allí en ferrocarril hasta la Estación "Nico Pérez" y luego en un convoy de siete carretas hasta las cercanías de Vergara (actual emplazamiento) se da apertura correspondiente al actual cementerio, sobre campos que pertenecieran al Sr. Isidro Tellechea.-
También en ese año, es declarado como heredero único y universal del patrimonio dejado por los esposos: “Yuca” Vergara y Graciana Gomes, el hijo de ambos: Sr. José Carolino Vergara Gomes o Gomes Vergara, de acuerdo al país y a las circunstancias.-
La cantidad de 1000 plátanos son donados para mejorar sustancialmente, la Plaza “Confraternidad” y 250 cipreses para arbolar el actual cementerio (ubicado a la vera del camino a la “Cañada Grande”).-


                                 EL PUEBLO SIGUE PROSPERANDO….

En 1910, los italianos constructores: Lucas Ducatelli y Leonardo Di Bueno, comienzan a construir el emblemático “Altillo de Padula”, frente a la Plaza “Confraternidad”.-
Por si fuera poco, el dueño del mismo Francisco Alberto Padula Furiatti, era italiano, proveniente de Potenza y quien hizo los ladrillos para la magna obra, también era italiano y olero de profesión. Se llamaba Carlos Bonelli y había llegado al caserío de “El Parao”, en el año 1893.-
El día 26 de setiembre de 1911, por el precario camino que unía Treinta y Tres con Vergara y buscando desplazar del medio a las diligencias, arribó a la localidad el estanciero Arturo Cuenca y Lamas, pilotando su automóvil “POPE HARTFORD”- año 1909.-
No se animó a continuar con su objetivo de traer y llevar pasajeros como tenía previsto y al otro día mismo, tornó a retirarse para la ciudad de Treinta y Tres…Lleno de energía, lleno de ideas, pero, con las manos vacías.-
A partir de 1911, las carretas y las diligencias solo llegarán hasta la ciudad de Treinta y Tres. Dado que el tren con su paso traqueteante, su bocina sonora y su larga hilera de vagones, ha dejado atrás en el itinerario a la estación “Nico Pérez”.-
El día 5 de enero de 1912, se radica en el Hotel de Claussen, el Dr. Pedro Sala Consonno, Médico de Policía, de origen italiano.-
En ese año, el Sr. Braulio Silvera, comienza a fraccionar y vender terrenos de su propiedad, lo que da lugar a que el barrio formado lleve su nombre y por otro lado,  influye para que se pueblen los aledaños del “Cementerio Viejo”.-
El día 8 de enero de 1913, los Sres. Juan González y Roque Lacurcia, proyectan “cine mudo” durante una semana, en el interior de una carpa ubicada en la Plaza “Confraternidad”.-
En ese año también, se funda el Club “Vergarense” de Fútbol y de ahí en adelante, los jóvenes del pago, no solo jugaran a la “pelota de mano” ni correrán carreras de caballos en cancha recta….
El 18 de julio de 1913, se inaugura el “Altillo de Padula” donde anima la orquesta familiar y el Padre Miguel Lacroix asistente al evento social, recita su poema dedicado a Vergara y al arroyo Parao.-
Por su parte, el Vergarense F.C., disputa un encuentro amistoso en un campo contiguo a “La Cruz Alta”, contra el Rowing de la ciudad de Treinta y Tres y posteriormente, todos los jugadores son agasajados en el local de Padula, donde toca la orquesta de la casa y al son de la misma, bailan hasta las 12 de la noche.-
Guillermo Terra Gallinal, nacido en paraje “India Muerta”, Departamento de Rocha, con excelente formación cultural para la época y recién llegado de “Nico Pérez”, comienza a ejercer como Juez de Paz de la Sección. Posteriormente, ejercerá el Periodismo en Vergara; en 1920 integrará el Concejo Departamental de Gobierno y desde su puesto de vanguardia, bregará por diversos y necesarios emprendimientos para el pueblo.-
El día 25 de enero de 1914, queda inaugurado el primer puente sobre el arroyo Parao, contándose con la presencia de Autoridades Nacionales, Civiles y Militares.-
Desfila la Banda Militar del 6to de Caballería bajo las órdenes del Coronel Alberto Villaverde y hacen uso de la palabra en el acto, los Sres. Arturo Lecuna (por la Comisión de Vergara); Intendente Municipal Sr. Luis Hierro y el poeta Sr. Héctor Parra y Freire, en nombre de la Junta Departamental de Treinta y Tres.-
En marzo de 1914, terrenos que pertenecen a Eulalia Pereira de Claussen, al Suroeste de Vergara, comienzan gradualmente, a ser fraccionados y vendidos. Esto, dará lugar al nacimiento del barrio “La Concordia” (hoy, “Garate”).-
En abril de 1915, el alemán Juan Claussen, sobre los cimientos del antiguo Hotel “Fraternidad” (recordemos que la primera estructura se consumió en un incendio), ordena la construcción del edificio que aun sobrevive a nuestro tiempo, carente de puertas, de ventanas, de cielorrasos y de techos….
Otro lugar emblemático de Vergara.-
Que fue “Posta de Diligencias”, centro de recepción y agasajo de autoridades Nacionales, Militares y Departamentales, cuando la inauguración del primer puente sobre el arroyo Parao. Descanso transitorio, de gentes llegadas desde los más diversos estratos de la sociedad. El único lugar de Vergara, que tuvo red lumínica a base de carburo. Donde hubo allanamientos por robos y por contrabandos. Donde hubo suicidios, disputas a puñetazos, amores extra-matrimoniales y personas escondidas cuando la “Revolución de 1935”. Pero además, allí se realizaron bailes, casamientos y saraos con las actuaciones del payador Pedro Medina  un día 7 de mayo de 1928 y un concierto de guitarra el día 31 de enero de 1929, a cargo del paraguayo Agustín Barrios, con su hermano Francisco, que era poeta y a la vez declamaba su misma poesía….
En 1916, se instala en Vergara, el Dr. Andrés C. Blanco, quien además de dedicarse fehacientemente a su profesión de Médico (donde realizó algunas cirugías “a cielo abierto”), colabora con las Escuelas Públicas, se inserta en la problemática social e integra el Concejo Auxiliar.-
Ese mismo año, instala Farmacia el chileno Oscar Eugenio Valentín Mass Rivera Olavarría, quien además de ejercer la Medicina sin título que lo habilitara- hasta que fue denunciado- también exhibe sus conocimientos como primer dentista que hubo en el pueblo.-
En 1917, el Sr. Toribio Larrosa, hacendado del “Rincón de Ramírez”, empadrona el primer auto ante el Concejo Auxiliar de Vergara.-
El día 23 de agosto de ese año, en horas de la mañana, fallece Carlos Bonelli, a la edad de 74 años y a causa de una neumonía. Según los registros documentales, era el primer italiano que el día 28 de mayo de 1893, había arribado al caserío de “El Parao”…..
En el año 1919, el Sr. Toribio Larrosa, vuelve a ser noticia, cuando aterriza el primer avión, trayéndolo desde su estancia en el “Rincón de Ramírez” hasta la “La Cruz Alta”.-
El día 20 de noviembre de ese año, fallece el alemán Juan Claussen, a la edad de 63 años.-
En el año 1920, se crea el Centro Filarmónico, bajo la batuta del belga Francisco De Bois. Con mucha imaginación, con mucho entusiasmo, con pocos instrumentos y con un Maestro de Música, que más del tiempo se encontraba alcoholizado….Aun así, ese Centro logrará formar una Banda que con breves intermitencias, pero con la ayuda del Concejo Auxiliar prosperará hasta el año 1933, cuando se deja, tras la partida del Maestro Esteban Moreira. Además de los antes nombrados, fueron Directores de la misma: Juan Bautista Ipuche y el italiano Petruccelli (que además era ejecutante de clarinete y jugador del Vergarense F.C.)…

                                         UNA PUNTA DE LA SONATA

Vergara, continuaba su desarrollo, crecía en habitantes y mantenía el cosmopolitismo de sus comienzos.-
Entre sus ciudadanos habían: italianos (con su influyente colectividad), alemanes, españoles, brasileños, franceses, vascos, belgas, sirios-libaneses, polacos, etc.
Todos ellos continuaban aportando sus trabajos, sus esperanzas y sus ideas para que la aldea de otrora, pudiera exhibirse como el Pueblo que era.-
Y aquí surge el hecho curioso, que comienza con una mera coincidencia de nombres y apellidos.-
Que luego sigue con otras similitudes afines. Y que el destino sin mostrar su juego, reivindicando sucesivamente hechos pasados, le otorga una de las puntas invisibles a esta “sonata”. Veamos, como lo hace….
En 1906 el Sr. Fermín Hontou, donó varios faroles a kerosene para ser instalados en algunas calles de Vergara y de ese modo, dar un poco de luz a las noches interminables.-
El Concejo Auxiliar agradeció tal actitud, pero en este caso tuvo que nombrar un farolero que se ocupara de encender los artefactos, mantenerlos durante toda la noche y apagarlos cuando las “barras del día”, se hicieran presente.-
Para su tarea diaria, tenía que cargar, con escalera, recipientes con kerosene y nafta indistintamente y unos “infladores” que le servían para darle “bomba” a los faroles.-
Incluso en el año 1911, nombraron al Sargento Mayor Quintín Silvera, un militar que era hacendado en el “Rincón de Ramírez” y de los primeros pobladores del caserío de “El Parao”, como “Inspector del Alumbrado Público”….
En 1916 (cuando Quintín Silvera, ya había fallecido), el Concejo nombra farolero a Timoteo Berrueta, con un sueldo de 15 pesos por mes. Luego, lo sustituyó por Cándido Alcarraz, un señor que anteriormente había sido Guardiacivil en la Comisaría de la Segunda Sección Departamental.-
Caricatura donde en forma ficticia se encuentran
 los dos Felisbertos (el farolero y el músico)
Y el día 24 de agosto de 1920, cuando los faroles aun marchaban a kerosene y había que mantenerlos encendidos a toda costa, las noches de frío y de temporal, el Concejo Auxiliar, nombra como responsable de los mismos, al Sr. Felisberto Hernández……
Nada más, se conoce de este hombre. Ni un mínimo rastro biográfico o funcional, quedó documentado de su persona.-
Incluso se desconoce, cuando dejó de prestar las funciones específicas.-
Lo cierto es que algunos que lo conocieron, contaban que era un tipo común y corriente de pueblo. Sencillo, humilde, introvertido, un poco bohemio, pero dedicado a su oficio. Tan dedicado, que al asumir el cargo lamentó tener que esperar varios días para “encender los faroles”, porque los “infladores” que le habían entregado lisa y llanamente no servían para nada. Y había que mandarlos buscar a Treinta y Tres. Y en aquel tiempo, no venían de un día para el otro.-
Amigo y confidente de las noches aburridas, no compartió tertulias literarias. Quizás, no sabía leer ni escribir….
Sin embargo, a partir de 1923, cuando la Banda del Pueblo, empezó a dar retretas de noche en la Plaza, lo vieron atento, de pie, con la escalera a su lado, controlando el buen funcionamiento de las luces de los artefactos. Mientras lo hacía, iba aspirando en el aire, la melodía de aquella música pagana. Que a veces olía a jazmín marchito y en otros instantes, olía a malvón encendido…
Cuántas nostalgias reuniría en aquél momento?  Ni él mismo lo sabía….Lo importante, es que la magia musical le dibujaba una cara de satisfacción. Entrecerraba los ojos, viajaba por el túnel del tiempo y una paz transitoria, comenzaba a fluctuar. Eso bastaba y sobraba, para quien desde su júbilo interior lo expresaba con gestos, porque las palabras le eran mezquinas y vacías….
Nueve años después, en una fría tardecita de invierno, arribó a Vergara, un eximio pianista, que venía dando los primeros pasos como escritor. Su nombre: Felisberto Hernández….
Iremos observando y analizando a través de estas líneas, que un mismo nombre y un mismo apellido, no fue la única coincidencia posible para estos dos hombres…
Y aquí, comienza a surgir una de las puntas de la sonata…

                                VERGARA, A PARTIR DEL AÑO 1921….

El día 1ero de enero de 1921, se sucede el baile inaugural del Club “Centro Uruguay” de Vergara, en la casona alquilada a Luis Lineras….
También en ese año, las Escuelas, festejan el “Día del Árbol” (fiesta que se realizaba anualmente, en una fecha estipulada previamente en el mes de agosto y consecuentemente, desde el año 1914).-
Como los carros, sulkys, carretas y autos comenzaban a intensificar su tránsito por las calles del pueblo, el Concejo Auxiliar, nombra como “Revisor de Patentes” al Sr. Lázaro Mier. Y en el baile que se realiza el día 25 de agosto, en el Club “Centro Uruguay” de Vergara, la animación del mismo, la brinda la Banda del “Centro Filarmónico” del Pueblo, cuyo director era el belga Francisco De Bois….
Para el año 1922, continúa aumentando el parque automotor en Vergara y suceden cinco hechos de cierta importancia para el ambiente lugareño:

1)      El primer accidente de tránsito en el pueblo, al volcar el auto que conducía el hacendado Floro Alves Pereira. Que era de su propiedad y llevaba como acompañante a su cuñado Leoncio Gigena. Ambos, resultaron ilesos….

2)      Patricio Pereira, antiguo mayoral de diligencias, compra un auto y comienza en él a hacer la línea Treinta y Tres- Vergara- Treinta y Tres.-

3)      En la mañana del día 7 de setiembre, aterriza en la zona de “La Cruz Alta”, el biplano chileno, de nombre “FERROVIARIO”, pilotado por el Capitán Diego Aracena Aguilar (de nacionalidad chilena) y el navegante, Ingeniero Arturo Ricardo Seabrook (de nacionalidad inglesa). Los mismos, efectuaban el raíd aéreo (Santiago de Chile- Río de Janeiro) y tuvieron que aterrizar en Vergara, a causa de la niebla existente. Como no podía faltar, se hace presente la Banda de Música del “Centro Filarmónico” bajo la batuta del belga Francisco De Bois, tocando en especial para los dos navegantes del “pájaro mecánico”.-
Al otro día, luego de haber pernoctado en el Hotel “Fraternidad” que administraba Regino Ledesma, ambos, partieron para la ciudad de Pelotas (R.G.S.- Brasil).-

4)      Los 21 faroles a kerosene existentes, son cambiados por similares a nafta. Continuándose con el servicio y ronda nocturna del farolero….

5)      El Maestro y Periodista Juan Paseyro y Monegal, es nombrado “Inspector de Represión del Alcoholismo” y como tal, dicta conferencias a niños y maestros de la Escuela Nro. 17 de Vergara.-

6)    Pedro Icart y Alvariza compra el primer receptor de radio que se conoció en Vergara. Su funcionamiento es, "a galena".-

Para el año 1923, Vergara, consigue más logros en base a la propia unidad y excelente convivencia de sus pobladores.-
El cine mudo, comienza a proyectarse en la planta baja del “Altillo de Padula” (calle Coronel Marcelo Barreto), a cargo del empresario italiano Juan D´Ángelo.-
Es de significar que las leyendas de las películas estaban escritas en español y en el intervalo de rigor que utilizaban para cambiar las cintas proyectadas, amenizaba la orquesta integrada por: Santina Padula (pianola o violín); Jacinta Viera (guitarra); Felipe Padula (flauta); Ricardo Padula (violín) y /o Filomeno Padula (clarinete). Además alternaban: Justino Carbajal, Casiano Bonilla o Magdalena Barone, con sus guitarras.-
Para el carnaval, que desde febrero de 1905, se venía realizando en las calles aledañas a la Plaza “Confraternidad”, animaban dos murgas: “Los Loberos” (murga de los Padula) y “Los Gorriones” (murga de los Scarano).-
Aparece el semanario “La Juventud, editado por las Maestras: Irene Luzardo y Elsa Sala. Procedente de Nico Pérez, se radican en Vergara, el Dr. Alfredo Legartó y el Sr. Pedro Icart y Alvariza (trabaja como relojero y tiene empresa de “Pompas Fúnebres”).-
También instala carpintería y servicio de “Pompas Fúnebres”  “La Caritativa”, el Sr. Carlos Zito Bonelli; mientras que en el salón de fiestas del Club “Centro Uruguay” de Vergara, el día 25 de agosto vuelve a irrumpir la Banda del “Centro Filarmónico”, pero esta vez, solo para la apertura del baile…
Se reúne la Comisión Pro-Ferrocarril  y en nombre del Club “Centro Uruguay”, habla ante la misma el Sr. Américo Aguirre Chaves.-
Monseñor Joaquín Arrospide, ordena el enclave de “La Cruz Alta”, confeccionada en madera, sobre pedestal de cemento, como prueba de su Misión Pastoral y luego da una misa, según la prensa de la época “ante 700  personas” (textual) que acudieron a la misma.-
La cantante “Anita del Plata”, se presenta para animar una velada artística en el Club “Centro Uruguay” y la Banda del “Centro Filarmónico”, obtiene el permiso necesario para tocar en la Plaza “Confraternidad”, los días festivos, desde la hora 20:30 y hasta la hora 22:30.-
El italiano Petruccelli, dirige la misma y Serafín J. García es uno de los integrantes. Lo hace tocando el bombardino (instrumento de viento con tres pistones).-
Bernardo Quintela (yerno del hacendado Venancio Alves Pereira), ofrece los servicios de un caballo padrillo de nombre “Partagas”, según su propietario de excelente calidad.-
Ya no pasan diligencias por el pueblo, excepto la de Alfredo Álvarez, que hace la línea: Vergara- Río Branco-Vergara y todos los jueves de cada mes, a partir de agosto, desde la hora 9 a las 13 horas, un Ford T, se establece frente al “Hotel Uruguayo” de Salvador Acosta (antiguo Hotel “Fraternidad”).-
En el interior del vehículo, un empleado del Banco de la República Oriental del Uruguay, procedente de la ciudad de Treinta y Tres, trabaja atendiendo a los clientes de dicha institución.-
Sin dudas, ésta es la primera Sucursal del BROU, en Vergara……
En el mes de octubre de 1924, la firma “Padula Hnos.”, presenta una propuesta para el servicio de alumbrado público. Solicitan 50 pesos mensuales para el combustible del motor, corriendo por cuenta de la firma, el tendido de cables, su mantenimiento y servicio acorde…….Sin embargo, no prospera el ofrecimiento y el pueblo, sigue alumbrándose con sus faroles a nafta…

                      LOS AÑOS PASAN….LAS HISTORIAS QUEDAN…

En febrero del año 1925, Serafín J. García, es nombrado Bibliotecario del Club “Centro Uruguay” de Vergara. Mientras que Juan Lagreca, antiguo mayoral de diligencias, compra un camión con el cual hace fletes y traslada la estafeta del Correo a Treinta y Tres.-
Los días 14 y 15 de noviembre, el Sr. César Viana, difunde ópera y música popular para los socios del Club, a través de una radio parlante.-
En febrero de 1926 el Concejo Auxiliar de Vergara, la Comuna de Treinta y Tres y el constructor Carlos Milani, concluyen el antiguo puente sobre el arroyo “Corrales del Parao” en la hoy, Ruta 18.-
El 5 de setiembre de 1926, se inaugura el primer local del BROU Vergara, en una casa construida por el italiano Roque Zito, ubicada en la esquina de las calles Dionisio Coronel y Jacinto Ruiz.-
En octubre de ese año se hace cargo de la Banda del “Centro Filarmónico” el Profesor de Música Juan Bautista Ipuche, quien además ejerce como “Procurador de Impuestos”, cobrando Planillas de Contribución Inmobiliaria en el Juzgado de Paz Seccional, todos los días hábiles.-
En ese año de 1926, también un intrépido vergarense, que de acuerdo a las crónicas de Serafín J. García, lo identifica como “Malaquías” o “Malaquita”, emulando la hazaña del Comandante Ramón Franco, intenta volar con un aparato muy rudimentario. Lo hace desde “La Chacra de la vieja Carmela hasta la zona de “La Cruz Alta”, donde cae al suelo y se quiebra algunas costillas.-
El 13 de enero de 1927, fue baleado por la persona: Anselmo Araújo, el “Revisor de Patentes”, Aníbal Batalla Fagúndez,  quien en primera instancia es atendido en el Hotel de Regino Ledesma, por el Dr. Legartó y luego trasladado a la ciudad de Treinta y Tres. Fallece en el Hospital de la misma, el día 12 de febrero, a consecuencia de las heridas recibidas.-
Como el hecho sucedió en momentos que Batalla intervenía un carro con caballos, en el tramo viejo de la hoy, Ruta 18 y en cumplimiento de sus obligaciones, la Comuna de Treinta y Tres, se hace cargo de los honorarios del Médico en Vergara y de los gastos originados por el sepelio.-
Alfredo Alvarez (mayoral de diligencias) y Adramantino Cuello Das Neves (carrero de carreta con bueyes), compran autos, los inscriben ante el Concejo Auxiliar de Vergara y comienzan a trabajar con ellos como “autos de alquiler”….
El día 28 de marzo de 1927, comienza a funcionar la Escuela Pública Nro. 50 (categoría "Rural"), con su edificio en la esquina de las calles: Agustín Urtubey y Fortunato Vergara, barrio "La Cuchilla", de esta ciudad. Su directora es la Maestra Dolciria Correa de Almeida y el ayudante de la misma es el Sr. Fidel Vítola.-
En 1928, la nafta que se vendía en los comercios de Vergara, pasa a ser distribuida por los surtidores instalados a tales efectos en lo de Rafael Fabeiro y casi enseguida, en lo de Felipe Robaina e hijos.-
Se establece con consultorio médico, el Dr. Antonio Pisano (Médico-Cirujano y Partero).-
En mayo de 1929, se sucede la tragedia del “Arroyo del Oro”. La Plaza “Confraternidad” ostenta un “reloj solar”, implantado casi en el centro de la misma y en diciembre de ese mismo año, se completa el traslado del “Cementerio Viejo” (hoy, Plaza de Deportes del Barrio “La Cuchilla”) al actual (ubicado a la vera del camino a la “Cañada Grande” y en campos que pertenecieran al Sr. Isidro Tellechea).-
También en mayo de ese año, Carlos Milani, comienza la construcción del actual edificio del Club “Centro Uruguay”, finalizando las obras del mismo en agosto y cobrando por su trabajo la suma de 16.100 pesos.-
En junio de ese año, actúa el teatro vergarense, bajo la dirección de Marcelino Parra y de José Ramón Larrambebere. Participan en él: Delia y “Negrita” Ledesma; Yolanda Saavedra; Dora Silvera; Jesús Santibáñez; Mateo Silvera; Serafín J. García; Juan José Silvera; Domingo Rial Guerra; Belarmino Silvera; Toribio Lucas Muiño y Antonio Zito Bonelli.-
El 25 de agosto de 1929, se inaugura el flamante edificio con un baile de gala, amenizado por la orquesta típica de: Jesús Santibáñez (piano); Nicolás Correa (violín) y Raúl Muniz (bandoneón).-
Para 1930, el pueblo de Vergara, cuenta con un Escribano Público Gerónimo Ravecca (quien además ejerce el periodismo); dos farmacias cuyos propietarios poseen el título de “Químico-Farmacéutico” y uno de ellos, el Dr. Juan Ignacio Santibáñez realiza análisis de sangre, de orina, de pus, de aguas, de leches…..y también hace exudados….
Alejandro Pinho, llega desde “Nico Pérez” y establece una talabartería….
El día 13 de diciembre de ese año, fallece el Dr. Alfredo Legartó, a la edad de 36 años y a causa de una neumonía. Es sepultado en el cementerio de Vergara y su nombre, ingresa para siempre en la nomenclatura de una calle….
Se establece con consultorio médico en el “Hotel Uruguayo”- de Salvador Acosta- el Dr. José Gorosito Tanco, quien rivaliza en la profesión con su colega Pisano, al extremo de que terminan cortando toda relación…No se saludan ni se hablan….
Sin embargo, cuando el deber profesional los llama, ambos, le hacen frente a una epidemia de tifus que se desata entre la población y cobra la vida de varios…
El día 25 de agosto de 1931, se inaugura el servicio de energía eléctrica para Vergara, el cual funcionaba con un descanso establecido entre las horas 8 a 12. Fue designado como Jefe de la Usina, el Sr. Samuel Gosweiller y recién el día 25 de agosto de 1947, ante mediación de Guillermo Terra con el Directorio de UTE la energía eléctrica será provista durante todo el día.-


                                       EL PUEBLO EN EL AÑO 1932…

Luego de ingentes esfuerzos, comenzaba la construcción de la vía férrea, en el ramal Treinta y Tres- Río Branco.-
Al fin el pueblo de Vergara, tendría su propia estación de AFE y la diligencia de Alfredo Alvarez, el último mayoral que unía esta localidad con Río Branco, llevando y trayendo cargas y pasajeros, sería un mero recuerdo para el anecdotario popular…
Durante el mes de marzo de ese año abre sus puertas el Liceo “Rodó”, en la antigua casona donde Justo Silvera Fernández, tuviera su pulpería “La Montevideana” (esquina de las calles Coronel Francisco Tajes y Dionisio Coronel).-
Un logro más, para la cultura vergarense. Y un hito de sacrificio y empeño para que todos los jóvenes más allá del poder adquisitivo que tuvieran o no sus progenitores, pudieran acceder al estudio secundario. También con esta experiencia, se buscaba frenar de alguna forma, la migración hacia la capital.-
No se logró el reconocimiento oficial para el Liceo. Se comenzó dictando clases solo para Primero y Segundo Año y sus Profesores trabajaban en forma honoraria.-
El mantenimiento del mismo, partió del bolsillo de los mismos docentes, de lo que recaudaba la Comisión creada a tales efectos, de lo que otorgaba mensualmente el Club “Centro Uruguay”  y de algún apoyo que otro que brindaba la Comuna Departamental.-
El Director del mismo, fue el Químico Farmacéutico Alceo Machado Larrosa, quien además dictaba clases de Química, Física y Ciencias Naturales.-
Los restantes Profesores: Dr. José Gorosito Tanco (Dibujo); Maestro Adhemar Gómez (Matemáticas e Idioma Español); Escribano Pedro Méndez Vallony (Filosofía) y Ventura Robaina (Historia y Geografía).-
Solo quedaron registrados para la memoria los nombres de: Lino Soria, Bismarck Correa y Ruben Correa Silvera, como alumnos del Liceo “Rodó”.-
Aun así es de conocimiento que tuvieron su cuadro de fútbol llamado: “Estudiantil”, regenteado por el Telegrafista Juvenal Quintana y por el Escribano Pedro Méndez Vallony. Que una vez al menos, fueron al Parque Colón de la ciudad de Treinta y Tres a jugar contra la Tercera de Rodó. Que perdieron por una diferencia de 6 goles contra cero y que el viaje de ida y vuelta, lo hicieron en el camión del “Pato” Lagreca….
Con una población estimada en los 2200 habitantes, Vergara, tenía fuertes hacendados en sus alrededores, con solvencia económica y que apostaban a la cría de vacunos, ovinos y yeguarizos, para ser comercializados en la Ferias Ganaderas o en negocios de consignatarios.-
Había inversores que compraban terrenos y edificaban, porque creían fehacientemente, en el desarrollo social y cultural que iba a generar el advenimiento del ferrocarril. Y lo hacían con el motivo esencial de brindarles una mejor calidad de vida a sus familias.- 
Había luz eléctrica (aunque no funcionaba en forma permanente) y no había agua potable (ésta, recién llegaría el 11 de noviembre de 1942, con la inauguración del tanque surtidor en Barrio “La Cuchilla”), mientras tanto, un servicio de aguateros proveía los hogares.-
Las calles aun seguían siendo de material, con pozos, huellas y barrizales….
Aun estaba conformada la Banda de Música del “Centro Filarmónico”; la orquesta de los Hermanos Padula; la orquesta del Club “Centro Uruguay”, cuyo director era el Profesor Jesús Santibáñez; las murgas del Carnaval; guitarristas y cantores que animaban kermeses y bailes familiares y el Coro “Orfeum” (con armonio incluido), que dirigían los dos hermanos Santibáñez (el músico y el farmacéutico).-
Había gente que incursionaba en el teatro. Había una biblioteca con varios volúmenes en el Club “Centro Uruguay” y tres semanarios: “El Localista” de Ventura Robaina,; “El Deber” de Julio González Soubes y “El Trabajo” de León García……

                                                 LA   CASA   NUEVA”…..

Ese, era el panorama pueblerino que encontraron el día 7 de junio de 1932, el pianista y novel escritor Felisberto Hernández y el poeta, dramaturgo y narrador gauchesco, Yamandú Rodriguez.-
Llegaron de tardecita cuasi noche, acompañados de los poetas: Serafín J. García, Escribano Valentín R. Macedo y Justino Rodriguez.-
Se encontraban recorriendo el país a través de una gira artística. Con ese motivo y aprovechando el espectáculo para recaudar fondos para el “Liceo Rodó” esa noche, ambos, se presentaron en el Club “Centro Uruguay”.-
Observemos los antecedentes de Yamandú.-
Era el más veterano de los dos.-
Había nacido un 25 de marzo de 1891 en la ciudad de Montevideo, estaba casado con una hermana del poeta uruguayo Fernán Silva Valdés y ya tenía editados libros de poemas, obras de teatro y narrativas gauchescas.-
Llegaba a Vergara, precedido de obras tales, como: “Aires del Campo”(poemas); “1810”; “El Matrero”; “Lanza Rota”; “Juan Sin Tierra” y “El Fraile Aldao” (obras de teatro) y “Bichitos de Luz”; “Humo de Marlos”; “Cansancio” y “Cimarrones” (editados como narrativa gauchesca)…
Porque al fin y al cabo, Yamandú Rodriguez, tenía las raíces, la savia y el cerno de un gaucho de tierra adentro.-
Dueño de una metódica y rigurosa cultura autodidacta, sus trabajos, siempre se destacaron por ser: sensibles, genuinos, épicos y metafóricos.-
Su luz altiva y creadora, brilló fulgurante dentro y fuera del país.-
Su nombre, fue conocido y aplaudido en ambas márgenes del río de la Plata. Y vivió aquella primavera literaria, donde emergieron los primeros brotes de: Carlos Reyles, Quiroga, Montiel Ballesteros, Espínola, Dotti, Zavala Muniz y Serafín J. García…..
Después, se fue opacando lentamente. Declinó su lumbre poética y una enfermedad psiquiátrica se encargó de echarle sombras y hundirlo para siempre en el lecho rojo de un lejano crepúsculo vespertino.-
Hoy, poco y nada, se le recuerda….
Pero dejemos que Felisberto hable por sí mismo, a través de uno de los textos de “La Casa Nueva”: “En el año 1932, Yamandú Rodriguez y yo hicimos una gira. Él recitaba y yo tocaba el piano”……”El acto que hicimos el poeta y yo tuvo éxito. Él hablaba de Granada, por ejemplo- ése era de los números- recordando la orgía del agua que los árabes habían hecho en la Alhambra para desquitarse de la que les faltaba en el desierto; hablaba de la luna como un alfanje bruñido, y antes de terminar sus palabras se dirigía a mí, y yo empezaba a tocar Granada de Albéniz”…..
El programa del espectáculo, además del “sketch” de Granada y La Alhambra incluía obras de compositores uruguayos, como: Eduardo Fabini, Carlos Giucci, Luis Cluzeau Mortet y Vicente Ascone. Otro de los “sketchs” consistía en que Yamandú recitaba poesías gauchescas  y desde el piano, el músico, lo acompañaba con unos “arpegios”….
También fue incluida una composición para piano, titulada “La Montonera”, basada en motivos folklóricos y dividida en tres partes o movimientos: “La Carreta”; “El Bailecito” y “La Payada”….En esa partitura que luego se perdió y que no es posible recuperarla, se podía leer la siguiente frase: “Tres escenas gauchescas interrumpidas por una Montonera”.-
Sin embargo Serafín J. García, quien estuvo junto a ellos en ese momento dejó sus apuntes vivenciales en el libro "Primeros Encuentros" y del cual extraigo los siguientes textos: "Felisberto Hernández y Yamandú Rodriguez, se hospedaron en el "Hotel Oriental" (de Treinta y Tres) pegado al Club Centro Progreso. Fueron recibidos por Juan Macedo ("Bocha"), Ademar Magallanes, Justino Rodriguez y Valentín R. Macedo......
El día 7 de junio de 1932, viajamos a Vergara en un coche prestado por el Intendente Municipal que lo manejaba Angel Gorosito Tanco (hermano del Doctor).....Ibamos: Felisberto, Yamandú, Valentín Macedo, Justino Rodriguez y yo.....Hacía mucho frío y tomábamos pernambucana por el camino....Gorosito les decía: "Los artistas tienen que cuidarse para no hacer papelones. Porque de lo contrario: Con qué cara va a quedar Serafín ante su pueblo?".......
La velada comenzó conmigo leyendo un cuento publicado en la revista "El Suplemento" de Buenos Aires, de la cual Yamandú era colaborador.....Luego, Felisberto ejecutó al piano "El Amor Brujo", algunos pasajes del "Sombrero de Tres Picos" de Falla y algo de lo más popular de "Momentos Musicales de Schubert".....
Yamandú, recitó varias piezas de "El Matrero" y su cuento (poema en prosa) " Cae la tarde"......
Retornamos de madrugada a Treinta y Tres y Felisberto y Yamandú, estuvieron una semana. La sastrería de Salvador Lacurcia, les regaló un sobretodo de paño inglés a cada uno de ellos....
Felisberto, me regaló: "La Cara de Ana" y "Fulano de Tal" (a este último le hizo un prólogo en el epílogo)....
Me dijo Felisberto, de Yamandú: "Siendo algo tan diferente de Chejov, se le parece en algo fundamental, sin embargo: en que con el maestro ruso, es capaz de construir un cuento perfecto aunque no tenga nada para contar en él. Le bastan una impresión, un recuerdo, la sombra de un dolor o una tristeza. Todo lo demás, proviene de su pericia narrativa"......



Felisberto Hernández (músico, escritor y taquígrafo)

                                 LA  OTRA  PUNTA  DE  LA  SONATA….

El  universo metafísico de la música, de las plantas y de la literatura, rodearon incesantemente a Felisberto Hernández…
Había nacido en Montevideo, en el barrio “Atahualpa”, un 20 de octubre de 1902 y cuando llegó por primera vez a Vergara, estaba casado con la Maestra María Isabel Guerra y le precedían sus composiciones musicales, como: “Canción de Cuna”; “Primavera”; “Mimosismos”; “El Niño Dormido” y “Canción Repreciosa”….
En su haber literario ya estaban: “Fulano de Tal”; “Libro sin Tapas” (llamado así porque en efecto, carecía de tapas); “La Cara de Ana” y “La Envenenada”….
Estas obras escritas, habían sido editadas por imprentas del interior del país.-
Ya había frecuentado círculos literarios, de cafés o de taller plástico, donde había alternado principalmente, con: José Pedro Bellán; Carlos Vaz Ferreira; Joaquín Torres García y Jules Supervielle.-
Tanto la música como la literatura de Felisberto, pueden definirse como complejas, abstractas, evocativas, filosóficas y con un extraño poder de seducción.-
Navegan por los laberintos oscuros de la memoria. Juegan con imágenes reales y conocidas. Las transforman en seres extraños y en mundos fantásticos, mientras que a los objetos comunes les otorgan vida y movimiento.-
Algo a destacar: antes, ahora y en el futuro, el “universo felisbertiano” siempre estará impregnado de música….
No en vano conviven en él: Celina Moulié (la primera profesora de piano de Felisberto) y Clemente Colling, el organista de la “Iglesia de los Vascos”. Que ciego, pobre y alterado por la bebida será un referente sin par para la producción artística del músico-escritor…..
Volverá cuatro años después a Vergara y brindará un recital como pianista, otra vez en el Club “Centro Uruguay”, un 22 de diciembre de 1936.-
Ya estaba casado con la pintora Amalia Nieto y la asociación con Yamandú Rodriguez, había culminado en 1933, luego de que ambos se presentaran en el Teatro “París” de la ciudad de Buenos Aires.-
Es de suponer, que comenzaba la transición del pianista hacia el definitivo encauce literario. Más allá de que musicalmente, había desplazado el repertorio del 8 junio de 1932.-
“El Centro de Gravedad”, ya no era “La Montonera” ni la evocación de los compositores uruguayos. Ahora, le tocaba el turno a “Petrouchka” de Stravinsky y al candombe “Negros” de su propia autoría.-
Pero dejemos una vez más, que Felisberto, nos cuente con sus palabras en carta dirigida a la esposa y fechada en Vergara, el 21 de diciembre de 1936: “Llegué a este Club bajo agua, vine en un coche que casi me tira dentro de una zanja, sufrí bastante de ver los pobres “matungos” luchando entre el barro. No encontré hotel que tuviera libre una cama- esta tarde hay feria- así que dormiré en este club; me pondrán en un colchón en el suelo y ya podré decir que conozco el suelo de Vergara. Ya empieza a llegar gente de la feria; oiré hasta la noche hablar de vacas. Bueno tan mal no es la cosa; aquí la gente es buenísima, la tristeza viene del cielo. Te escribo en una gran mesa que “duerme” en la Biblioteca, quien sabe cuánto haría que no le acariciaban el lomo”.-

En la actualidad, el piano en el cual tocó Felisberto
Hernández en el "Club Centro Uruguay" de Vergara.-
El pueblo, con las calles de barro, con la luz eléctrica y el servicio de aguateros con barriles, desde 1931, ya no tenía más faroles para encender….
En el año 1947, Felisberto, daría a conocer su libro: “Nadie encendía las Lámparas”, sin imaginar siquiera, aquel suceso que le había ocurrido a “su par” vergarense años atrás. Lo de no poder dar luz a los faroles, porque un hecho casual se lo impedía….
Ambos “Felisbertos” fueron hombres de bien, introvertidos, tímidos, concentrados, que vivieron sin apresuramientos y que nunca se engañaron con la búsqueda de la fama.-
Uno de ellos nos dejó la modestia de su vida junto al sacrificio típico del “farolero de pueblo”. El otro, nos legó la modestia de su música, el sacrificio de sobrevivir en la literatura y una extraña musicalidad que emerge desde la otra punta de la sonata….Que se proyecta hacia el infinito y que vuela con destino de horizontes…..

(Fuentes consultadas: Internet, "Primeros Encuentros" de Serafín J. García, Textos escritos por el músico y amigo Sergio Elena Hernández y Archivo particular de los investigadores: Jose Luis Cuello Núñez y Jorge Carlos Muniz Cuello).-


Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 19 de noviembre del 2016.-




















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