miércoles, 30 de noviembre de 2016

Plácido Rosas 
General Santos Arribio
UN PACTO ENTRE CABALLEROS

Ya lo he escrito en otros momentos, pero creo que la oportunidad no deja de ser propicia para recalcar el caso de marras una vez más, ya que a mi entender fue un hecho (entre otros más) que pautó una época de muertes, de intrigas y de revoluciones….
Pero donde todavía y aunque suene extraño, en la mente, en el corazón y en el pellejo de los humanos, aun, florecían códigos de ética moral.-
En el río Tacuarí, donde confluyen los Departamentos de Cerro Largo y Treinta y Tres (República Oriental del Uruguay), existe un “paso” (vale decir donde el río se vuelve vadeable en tiempo de poca lluvia), abierto “a brazo de hombre” desde muchos años atrás y que se le distingue en libros, en mapas y en la geografía lugareña, como: “Paso del Dragón”.-
Este nombre obedece al siguiente motivo.-
Del lado del Departamento de Treinta y Tres, no muy lejos de la Ruta 18 que une Treinta y Tres con Río Branco (lugar conocido como “Kiosco Tacuarí”), paraje “Rincón de Ramirez”, al dejar el camino de material y casi en “la boca” del monte, tuvo su casa y su familia a partir del año 1851 aproximadamente, un hombre que había sido militar. Los lugareños, lo conocían por “El Capitán Sagrera” o “El Capitán Dragón” y poca cosa más….
Se dice que este señor Sagrera, durante la Guerra Grande, había servido en el bando de los blancos que obedecían al General Manuel Oribe e integraba el Cuerpo de Soldados- Dragones, que mandaba el General Ignacio Oribe (hermano de Manuel y yerno de José Ramirez Pérez – quien adquirió las tierras y le dio su nombre al paraje “Rincón de Ramirez”-).-
Los soldados dragones, eran un cuerpo especial creado de tal manera que podían obrar como infantería o como caballería, respectivamente y de acuerdo a la ocasión en que se les presentara el combate.-
Sagrera, había ostentado el grado de Capitán del Cuerpo de Dragones y una vez que culminó la Guerra Grande, se estableció en el “Rincón de Ramirez”, donde el General Ignacio Oribe, tenía sus propias injerencias comerciales y había sido nombrado albacea testamentario de su suegro, el ya nombrado Ramirez Pérez.-
En 1871, cuando el irlandés Michael G. Mulhall recorrió a caballo la heredad, registró en su diario de viajes la presencia del “Mayor Sagreras” y su familia y se refirió sin dejar dudas, por qué los lugareños le llamaban “Paso del Dragón”, al vado existente en el río Tacuarí.-
En el año 1873, llegó a ese lugar como vendedor ambulante: Plácido Rosas, quien pocos años después, adquirió la pulpería de Sagrera y se casó con Luisa Juana Larrosa Marín, hija de los esposos: José Francisco Larrosa y Luisa Marín, quienes residían en la costa del Sarandí Grande en el “Rincón de Ramírez”, donde Larrosa, que provenía de “Pan de Azúcar” (Maldonado), tenía una gran estancia (según Mulhall – “11 leguas de tierra buena”), un importante comercio y además, era dueño de barcos que cargaban productos de su factoría, para el saladero de Francisco Trueba, ubicado en las inmediaciones de la otrora “Villa de San Servando”, sobre el caudaloso río Yaguarón.-
En 1875, el “Paso del Dragón”, tuvo su Oficina del Telégrafo Nacional- línea Treinta y Tres- “Villa de Artigas”, la cual fue atendida en primera instancia por el italiano Arcángel Anfossi.-
El día 16 de junio del año 1883, Plácido Rosas, adquirió las tierras que un día 12 de febrero de 1798, por provisión del Comandante de la Frontera, Capitán de Infantería Agustín de la Rosa le habían sido otorgadas en nombre de la Corona Española al montevideano Juan Garao y que luego, por descendencia directa, le tocaron a las hermanas: Ramona y María Gervasia Méndez Garao, contiguas al río por el lado de Cerro Largo.-
Se dispuso a levantar su casona de piedra y techos de tejas, donde instaló comercio, llegada de carreros y posta de diligencias, crió a sus 8 hijos, entre varones y mujeres, cuidó de su anciano padre hasta la muerte y alimentó la idea, de diseñar un pueblito sobre tierras de Cerro Largo.-
Instaló un servicio de balsa y de bote de remos, en el “Paso del Dragón”, el cual comenzó a ser servido por el Sr. Manuel Blanco (conocido por: “Manuel Balsero”).-
Plácido Rosas  (“Pueblo Arredondo” -hoy, ciudad de Río Branco- 1835-  “Paso del Dragón”, 1907) era hijo legítimo del Cruzado de la Agraciada: Juan Rosas  e hijo natural de Martina Cavero (fallecida “de parto”, un día 14 de octubre de 1851 en la “Villa de Melo”), fue estudiante de Abogacía, sin llegar a obtener el título. Capitán de Línea y Porta-Estandarte de la División blanca de Cerro Largo al mando del Coronel Ángel Muniz, cuando la “Guerra de la Triple Alianza”. Mientras que en la paz, fue un hombre culto, emprendedor, católico y buen vecino.-
Además de ser el Maestro de la Primera Escuela que hubo en el lugar y en su propia casa, fue también hacendado, Presidente de la Comisión que tenía al cuidado el “Cementerio de Garao”, Teniente Alcalde del distrito, mentor de la Banda de Música del Departamento e integrante de las primeras comisiones de la Sociedad Fomento Ganadera de Treinta y Tres.-
Tocaba la guitarra y al igual que su padre, era un gran enlazador y “pialador” a campo abierto.-
Llevó a vivir a la zona a gente con oficios y con familias. Entre algunos a: Francisco Padula  (un italiano que era zapatero); Lucas Ducatelli (otro italiano que era maestro albañil y constructor); Indalecio Freire (que era herrero y carpintero); Luis Rossi (que era carpintero); Delfín Diez (un español que era comerciante y tirado a periodista) y Modesta Suárez de Diez (que después de Plácido, fue la primera Maestra) en el floreciente caserío.-
Fue mensurado en 1910 (cuando Rosas ya había fallecido) y a partir del año 1967, en justo homenaje a ese vecino inquieto, diligente y propulsor, pasó a denominarse “Plácido Rosas”, alcanzando a la fecha, la categoría de Pueblo.-
Y acá está la segunda parte de esta historia.-
Corría el año 1897 y la revolución del General Aparicio Saravia, recorría los campos, las cuchillas y los poblados de la Patria Oriental.-
A tales efectos, el Gobierno Central, había destacado un numeroso contingente de hombres y pertrechos militares, que divididos en infantería, caballería, artillería y cazadores, se nucleaban en la Villa de Artigas (hoy, ciudad de Río Branco), al mando del General de Brigada Santos Arribio.-
Herminio Santos Arribio Rolón (Montevideo, 1841- Montevideo, 1907) había comenzado como Sargento del Batallón “Florida”. Participó de la Guerra de “La Triple Alianza” y una vez que regresó del Paraguay, fue destinado al Batallón de Cazadores Nro. 1, donde rápidamente hizo carrera y en 1876 ya con el grado de Teniente Coronel, fue nombrado Jefe del Lazareto de la Isla de Flores.-
En 1881, con el grado de Coronel, fue nombrado Jefe Político de Río Negro. Posteriormente, Inspector General de Armas y en el año 1890, fue ascendido a General de Brigada.-
En 1897, salió a la Revolución al mando del General Juan José Diaz y tras la dimisión de éste, ocupó el lugar de Comandante Interino de las Fronteras al Sur del Río Negro.-
Su contingente de hombres en la Villa de Artigas, alcanzó a los 3.000. Pero, poco después tras correr hacia el Brasil a algunos de los desertores del Coronel blanco José Núñez, que había comandado la infantería victoriosa de “Tres Árboles” y a otros de ellos, pasarlos por las armas, comenzaron a surgir desavenencias internas y varias secciones con sus respectivos Jefes, se fueron desmembrando.-
El ejército de Línea del General Arribio, quedó reducido a unos 1800 hombres, si acaso.-
Emprendió la marcha hacia Treinta y Tres, tildado como “inoperante” por otras fuerzas del gobierno colorado y al llegar a Dragón, debido a las persistentes lluvias, tuvo que acampar en los aledaños del caserío, a la espera del tiempo propicio para cruzar el río Tacuarí.-
El día 17 de junio de 1897, con el Tacuarí de barranca a barranca, comenzaron a vadear a nado con algunos caballos, mientras los hombres y los pertrechos bélicos cruzaban en la balsa.-
El día 18 de junio, mientras cruzaba el río en balsa una sección del 3ero de Cazadores, con caballos y cañones, al llegar a la mitad del mismo, los caballos se encabritaron, se fueron sobre un lado de la misma y la dieron vuelta, facilitando el hundimiento, en las aguas rugientes, profundas y oscuras. Allí murieron hombres y caballos, que se habían enredado en la balsa. Se fueron al fondo parte de los cañones del Regimiento y por ende, también la balsa, se hundió en el misterio y en la oscuridad.-
El General Santos Arribio, al enterarse del insuceso, de inmediato fue a hablar con don Plácido para indemnizar de su propio bolsillo, los daños ocasionados.-
Éste, rechazó de plano el ofrecimiento, indicando que todo había sido provocado por un hecho fortuito y que el destino y nadie más, había jugado su carta principal en el hecho de marras.-
Don Plácido, era blanco y católico…….El General Arribio, era colorado y masón….
Nunca más extrajeron la balsa de las profundidades del río Tacuarí y es por eso que tras el transcurrir de muchos años, el “Paso del Dragón” fue estrechando su caudal (en tiempo de pocas lluvias) y juntando arena….mucha arena…..Tal como se ve en los veranos de lluvias escasas y soles ardientes…..
Cuenta la leyenda que don Plácido Rosas, que tenía dos hijos: Hipólito y Cirilo, que andaban peleando por las cuchillas en el ejército blanco del General Aparicio Saravia, mirándole a los ojos del General Santos Arribio, le estrechó la mano con sinceridad y respeto, gesto que fue correspondido por el militar, sellando sobre las blancas arenas del Tacuarí, un verdadero pacto entre caballeros….

Fuentes consultadas: La Campaña Militar de 1897- editado en 1998 por el Departamento de Estudios Históricos del Ejército Nacional. Apuntes del Dr. Francisco N. Oliveres y testimonios orales, recogidos por el investigador Jorge Muniz).-
Texto: Jorge Muniz.-

Vergara, 30 de noviembre del 2016.-


Coronel Ángel Muniz Azcurra


 Manuel Blanco ("Manuel Balsero"), era el
encargado de la balsa del "Paso del Dragón" en el año 1897.-


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