sábado, 19 de noviembre de 2016

                              

             LA  LANZA  DE  MÁXIMO PÉREZ…..

El día 27 de abril de 1870, en horas cercanas al mediodía, se libró una batalla en campos de “La Trinidad” (Rincón de Ramírez- 3era. Sección de Treinta y Tres).-
Para su época, allí se enfrentaron las dos divisas antagónicas.-
Los que perseguían, eran colorados a órdenes del Coronel Máximo Pérez, de la Guarnición emplazada en la “Villa de Melo”.-
Los perseguidos, eran los blancos del General Timoteo Aparicio, quienes acaudillados por éste y por el Coronel Angel Muniz, tres días antes, habían sostenido un nutrido tiroteo con soldados de Pérez, al cruzar la “Picada de las Bochas”, en el río Tacuarí.-
Posteriormente, arrancaron a marchas forzadas rumbo a la “Villa de los Treinta y Tres”. Pero al llegar a los campos que quedan frente a “La Trinidad”, Aparicio, se vio muy apurado por los perseguidores y ordenó a su gente que echaran pie a tierra y le hicieran frente al enemigo, para detenerles el avance.-
Pelearon por espacio de dos horas. Y al finalizar la contienda, yacían unos 30 hombres entre blancos y colorados, muertos y/o heridos sobre el campo.-
Entonces la gente de Máximo Pérez, cesó la persecución. Se dieron a la tarea de enterrar a los muertos y luego con el enemigo lejos de la escena, retornaron para la Guarnición de Melo.-
Mientras tanto, Aparicio y sus hombres, cruzaron el Parao (muy probable que por la “Picada de las Piedras” siguieron su derrotero en dirección Suroeste y el día 29, tomaron por asalto la “Villa de los Treinta y Tres”. Allí permanecieron todo el día, mientras se tiroteaban con las avanzadas gubernistas, del Coronel “Manduca” Carbajal, Jefe de las fuerzas gubernistas de Minas.-
Dos hechos a destacar, en la batalla que se suscitó en “La Trinidad”: a) El lugar utilizado para enterrar a los muertos, propició que se formara un cementerio.-
En junio de 1897, en plena revolución y luego del hundimiento de la balsa del “Paso del Dragón”, cruzó por el lugar la División del Tercero de Cazadores, que mandaba el General Santos Arribio. Y en ese caso, el Teniente Jaime Bravo, escribiente del ejército colorado de Arribio, dejó constancia de la existencia del cementerio de “La Trinidad”, con tumbas derruidas y cruces humildes, que iban desde las hechas en madera, hasta las confeccionadas en hierro, oxidadas por el olvido y por la intemperie…Claro está que en ese mismo sitio, en el mes de enero del año 1900, fue sepultado el brasileño Venancio Alvez Pereira (esposo de Dorotea Fernández), fallecido en la estancia “La Trinidad”. Posteriormente, el día 1ero de agosto de 1908, sus restos fueron trasladados al cementerio de Vergara y depositados en el Mausoleo que está a la entrada y que diseñó el italiano Juan Azzarini.-
b) Entre las fuerzas gubernistas del Coronel Máximo Pérez, venía un joven Oficial, ayudante del Jefe, que posteriormente cuando la revolución de 1904 y con el grado de General, por su tenacidad de estratega y guerrillero, le daría varios dolores de cabeza al ejército blanco del General Aparicio Saravia. Me estoy refiriendo a Pablo Galarza Fleitas, que era nacido en Villa Soriano y que su dilatada carrera al servicio de las armas, lo elevó al grado de Teniente General y lo llevó a prestar servicios hasta 1933, cuando el golpe de estado del Dr. Gabriel Terra.-
Sin embargo, quién era ese Coronel Máximo Pérez?.... Que en 1870 cuando la “Revolución de las Lanzas”, comandaba la vanguardia de la Guarnición de Melo….
En realidad, era un “caudillo-militar”, nacido en el año 1825, en Coquimbo (Departamento de Soriano).-
Analfabeto, peón rural en sus inicios, era un espíritu astuto, rebelde, libertario e indómito que se inició como soldado colorado de “La Defensa” cuando la Guerra Grande.-
En 1863 se plegó al General Venancio Flores. Estuvo en el “Sitio de Paysandú” y posteriormente, combatió en la “Guerra del Paraguay”, donde el día 17 de agosto de 1865, fue herido en la batalla de Yatay.-
Al término de la guerra, fue nombrado Jefe Político de Soriano y en 1868 hizo levantar el edificio de la Jefatura Política y de Policía con su llamativa Cárcel a la que después se le dio el nombre de “El Hotel del Zorro” , ubicada en la esquina de las calles 18 de Julio y Ferreira Aldunate de la ciudad de Mercedes y clausurada recién el día, 13 de febrero del 2015. Además fue el “Alma Mater” de varias realizaciones urbanísticas en su solar de influencia, como por ejemplo: la creación del Cementerio; del Puerto Muelle de Mercedes; del empedrado de las calles; de la iluminación pública de las mismas; de la cúpula de la Basílica “Nuestra Señora de las Mercedes” y de la “Pirámide de la Libertad”.  Su estrella orlada de jerarquías e influencias transitorias, creadas por el mismo para satisfacer su propio ego, comenzó a ascender inexorablemente.-
Hacía y deshacía a su antojo….
Incluso cuando el asesinato del General Flores y el famoso telegrama del: “Reúna gente y véngase”, que él por ser analfabeto, entendió que le leían “Reúna gente y vénguese”, en efecto, mandó ejecutar arbitrariamente a un grupo de ciudadanos blancos de Soriano en represalia por la muerte del caudillo…
Parecía ser que su consigna era de: “sangre por sangre derramada”….
El día 3 de mayo de 1868, cruzó duras palabras escritas, con el Presidente de la República, General Lorenzo Batlle, porque pretendió removerlo del cargo de Jefe Político.-
Fue un desacato a ojos vistos. Más allá de que el Presidente logró apaciguar la situación, ordenando al General Francisco Caraballo, que desarmara a Pérez y a los seguidores de su causa. Luego, de alguna forma con los ánimos más calmados, lo “premió”, sacándolo de Soriano (zona de influencia) y destinándolo a Melo, a órdenes del General Nicomedes Castro.-
Poco tiempo después el mismo Máximo Pérez, vaya casualidad, redujo a Caraballo y a sus leales, en la zona de Mazangano (Cerro Largo), porque éste, se había levantado en armas contra el mismo Presidente.-
En el año 1874, una vez más, Máximo Pérez, se insubordinó contra el gobierno del Presidente Dr. José Ellauri.-
Reunió gentes, armas y caballadas y salió a cruzar los campos de Soriano en son de guerra…
Poco tiempo le duró la gloria. Porque casi enseguida fue alcanzado y derrotado en la batalla de “Duraznito” (Soriano) por fuerzas gubernistas al mando del General Eduardo Vázquez.-
Se exilió en Gualeguaychú (Entre Ríos- República Argentina), donde se dedicó a la ganadería y a trabajar su propia estancia.-
Aun así, no descansaba en su afán de conspirar contra los gobiernos del Uruguay.-
A su vez, estos lo veían como el potencial enemigo que era, dispuesto a dar el zarpazo en cualquier momento….
No esperó mucho más y el 16 de junio de 1882, invadió la República al frente de unos 200 hombres, reclutados y municionados por él. Venía para derrocar al Presidente, Capitán General Máximo Santos y según sus planes, contaba con el concurso del General brasileño David Canabarro, quien a último momento le falló y lo dejó sin apoyo….
Comenzó entonces una incesante persecución por orden de Máximo Santos.-
Y al ver que la revolución estaba perdida y que no cuajaba en la mente y en el sentimiento de sus seguidores, Máximo Pérez, decidió rumbear hacia el Brasil, buscando en el exilio un motivo más que lo pusiera a salvo de los perseguidores….
El 1ero de julio de 1882, acampó en la zona de Nico Pérez. Le seguían apenas unos 80 hombres armados. Y pidió al Agrimensor Carlos Burméster (a quien conocía desde varios años atrás) y que se hallaba mensurando campos en la zona, que lo acompañara con un baqueano hasta los aledaños de Mazangano (Cerro Largo) ya que para adelante conocía, desde el tiempo de la “Revolución de las Lanzas”.-
A retaguardia, lo empujaban fuerzas a órdenes del Teniente Braulio Islas y del Capitán Gregorio Guevara, quien desde Treinta y Tres le informaba al Coronel Higinio Vázquez (Jefe Político y de Policía de Cerro Largo), “que venía siguiendo a Máximo Pérez, quien le hacía más gambetas que un avestruz”….
Desde el Olimar Grande, lo flanqueaba una división al mando del Coronel Francisco Montero (Jefe Político de Minas) y el día 2 de julio, se tiroteó con fuerzas del Comisario Cabrera, quien le capturó 6 hombres…
La “trampa” estaba armada. Y le quedaban pocas horas a Máximo Pérez….
Previendo el enfrentamiento inmediato, lo despidió a Burméster y le entregó “6 cóndores” al baqueano de la expedición, “por los servicios prestados”.-
El día 4 de julio de 1882, en horas de la madrugada, fuerzas al mando del Coronel Higinio Vázquez (que era primo de Máximo Santos) y del Capitán Belisario Estomba (ambos blancos, de extrema confianza del gobierno), lograron rodearlo, cuando se hallaba acampado, con unos pocos hombres en el “Potrero de Mattos”, cerca de Mazangano (Cerro Largo).-
Se entabló un tiroteo, donde entre pocos más fue muerto un sobrino del Coronel Pérez.-
Éste, logró empuñar su lanza, montar a caballo en el parejero “Alba” y atropellar, contra las bocas de fuego que le disparaban.-
Fue su última carga…
Herido en el abdomen de un tiro de fusil, cayó del caballo mientras les gritaba a sus ocasionales compañeros que lo dejaran y que se pusieran a salvo en el monte, ya que él, se sentía morir…
Cuando cesó el fuego y se arrimaron los atacantes, ya estaba muerto pero aun asido a las riendas del caballo. Sobre el cuerpo tibio, reposaba terciada la lanza con el astil de urunday. Tenía la chuza de hierro forjado, el Escudo Nacional y una “bomba de plata”, que sostenía la moharra en forma de “media luna”.-
Al igual que su dueño, indómita, rebelde y libertaria, ella también había librado su última carga……

(Fuentes: Internet; Apuntes del Agrimensor Carlos Burméster en su libro “La Historia de Nico Pérez” y relatos extraídos del libro “El Solar Olimareño” de  Luciano Obaldía Goyeneche).-

Texto: Jorge Muniz
Vergara, 19 de noviembre del 2016.-

                                                                                             




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